miércoles, 1 de agosto de 2018
EL POR QUE DEL TITULO...
Este pretende ser, un blog dedicado a mi pasión por el deporte del balón ovalado.
Que curioso, pasión cuando el blog lleva por nombre "El hombre que odiaba el rugby".
Como casi todo en la vida, las cosas tienen un por que, y en esta entrada debut, voy a intentar explicar algunas sobre todo cuanto he mencionado arriba.
Corría el año 2007 u 2008, mi memoria es pésima, cuando el hijo adolescente de una vecina me comento que cerca de mi domicilio jugaba en un equipo de rugby.
La afirmaciòn del chaval despertó en mi un interés, que ya había experimentado en mi vida. De crio jugué como quien no, al fútbol, también en el colegio y en la calle practicaba el atletismo, me gustaba correr distancias largas y el salto de longitud.
En el colegio comencé a practicar baloncesto, no era muy ágil pero tampoco el típico patoso alto, probé en el voleibol donde jugué a nivel provincial, y probé, para rechazar, el balonmano.
Puede decirse que desde mi niñez hasta los dieciocho años en que salí de las academias militares donde me forme profesionalmente, tuve una adecuada formación física.
Durante la veintena, mi forma física se fue al lastre, fumando y no practicando deporte alguno, hasta que afortunadamente al iniciar la treintena de años, deje el tabaco y me apunte a un gimnasio.
En el gimnasio pues a parte de musculación, hice karate, también jiujitsu, y bueno al menos ya no era alguien totalmente sedentario.
Cuando Pablo, que así se llamaba el chaval, me dijo lo del rugby, un deporte del que no sabia casi nada, y que estarían encantados de que probase con ellos, no me lo pensé, y allí que me fui, el resto es lo que los "rugbiers" podrán imaginar, inoculación de veneno y adicto de por vida.
Desde entonces mi relación con el deporte rugby ha sido intensa. Jugué en el Orihuela Club de Rugby como segunda y como tercera cuando no había otro durante algunas temporadas. También participe en la creación del equipo Pulpos de Cartagena, equipo militar de la Armada con sede en el arsenal de Cartagena, además tuve el honor de jugar el primer partido entre el Ejercito y la Armada españolas en el Central de Madrid, con el equipo de la Armada.
Viendo que mis años como jugador estaban contados, y como me atraía la forma en que los entrenadores formaban un equipo, dirigí mis pasos a la formacion.
Durante años sacrifique días de vacaciones y marchaba a Madrid para realizar cursos, clinics, conferencias, congresos, todo lo que me pudiera enseñar, porque creo que nunca acabas de aprender cosas, y la vida, y no digamos el rugby evoluciona y cambia constantemente, y si no estas actualizado, y tienes una formacion continua, pues simplemente te quedas atrás.
Así, conforme me formaba, comencé a formar y dirigir jugadores, llevando las riendas de las categorías de base de mi club, donde pase buenos años aprendiendo y compitiendo, una gran experiencia.
Al cabo comencé a colaborar con la Dirección Deportiva de la Federación de Murcia, donde acabe primero siendo seleccionador, y posteriormente Director Deportivo, donde he podido vivir de cerca la promoción de nuestro deporte con todo lo que ello conlleva.
Ahora mismo, y tras este periodo que arranca como digo en los finales de la primera década del nuevo siglo, y que ha ido in crescendo respecto a horas de dedicación y trabajo, ahora mismo, estoy tomándome un descanso, no se si merecido, pero descanso al cabo.
Podría decirse, y si no, lo digo yo por si no ha quedado claro con todo lo arriba expuesto, que amo este deporte, y que no puede imaginar Pablo lo que le agradezco el que me hablara de el.
Gracias a ser mi cicerone, he disfrutado jugando, entrenando, dirigiendo, pitando, he conocido a muchisima gente, hecho buenos amigos, y bueno a todo el mundo no puedes pretender caerle bien, y menos cuando eres el responsable y debes decidir cosas, creo que es lógico y normal.
Un día, uno de esos amigos, me comentaba en petit comité, que alguien enjuiciando y valorando mi labor en el rugby femenino de la Federacion, había sentenciado básicamente que "Como no iban las cosas a ir mal, si el que dirigía el rugby femenino (refiriéndose a mi persona) odiaba el rugby femenino".
Aquello no nos sorprendió ni a mi interlocutor ni a mi, pero he de reconocer que nos reímos un buen rato, y de cuando en cuando mi amigo me espeta que odio el rugby femenino, ten amigos para esto.
No me voy a poner en este articulo introductor a dar mi parecer sobre el rugby femenino, algo que sin duda haré en futuras entradas. Simplemente, quería que supieseis, el porque del titulo, quite lo de femenino, por no ser heteropatriarcal, y odiar el rugby en su totalidad asexual.
Un saludo y hasta pronto.
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Te deseo suerte en esta nueva singladura, a ver si continúo con la mia yo...
ResponderEliminarGracias Fali.
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